El 18 de septiembre de 2105, la Agencia de Protección Medioambiental Estadounidense descubrió que Volkswagen había manipulado el funcionamiento de sus coches, cuando los ponía a prueba para medir sus emisiones y no daban la medida exacta de lo que realmente contaminaban por haberse producido un uso abusivo de un modo test que se emplea precisamente para probar el funcionamiento de los coches sobre rodillos estáticos en un taller.

Este modo de prueba no es malo por sí mismo, y lo utilizan muchas compañías, pero Volkswagen lo manipuló para engañar a la EPA y a la agencia responsable de la calidad del aire en California.

Ambos organismos realizan sus pruebas de emisiones colocando los coches sobre rodillos en un taller, y Volkswagen alteró el funcionamiento del modo test para que el motor trabajara en un régimen con emisiones controladas durante la prueba. En carretera este control deja de funcionar por completo. En circunstancias reales, los niveles contaminantes son 40 veces mayores que los fijados por la casa.

En Europa, la nueva normativa que regula especialmente los motores se conoce como Euro 6. Afecta a la homologación de nuevos modelos y es obligatoria desde el día 1 de septiembre de 2015 para todos los vehículos matriculados en la UE. En lo que respecta a homologación de vehículos en circulación, es aplicable desde el 1 de septiembre de 2014.

La norma Euro 6 es muy drástica con los vehículos diesel puesto que reduce a la mitad las emisiones contaminantes de óxidos de nitrógeno respecto a la Euro 5 (80 miligramos por kilómetro). Si supera esa cifra, los estados miembros están obligados a retirar la homologación del vehículo de manera inmediata, lo que impediría su circulación legal.

Solo los vehículos destinados al transporte de mercancías y usos especiales tienen una moratoria especial de un año para adaptar sus emisiones.

Aunque no se ha facilitado el número de automóviles que han podido llegar a España con la centralita trucada, se da por seguro que pueden ser decenas de miles, ya que los modelos que han montado el motor TDI del grupo Volkswagen desde 2009 no sólo se han instalado en unidades de los modelos Passat, Golf, Jetta y Beetel de la marca alemana, sino también han alimentado a algunos modelos de Audi, como el A-3 o A-4, y a varios modelos de los más vendidos de la gama Seat.

El sistema para falsear el volumen de gases nocivos emitidos a la atmósfera de los motores diésel de VW es sencillo y, a la vez, una obra sofisticada de ingeniería. La centralita electrónica de los motores detectaba cuando una sonda intentaba medir su contaminación. En ese momento, el motor reducía drásticamente sus emisiones a costa de disminuir potencia y prestaciones. Pasado el control, recuperaba sus prestaciones y aumentaba su nivel ilegal de emisiones. La solución que se está dando es la eliminación defeat device y reprogramación de la centralita.

El trabajo consiste en cambiar la manera en la que la CPU de coche, la centralita, gestiona el motor. Ésta se encarga absolutamente de todo, y para ser capaz de emitir menos partículas de NOx a la atmósfera tendrá que crear una mezcla más rica en combustible.

Sin embargo,  esta solución implica daños colaterales: la pérdida de potencia y un mayor consumo lo que no resulta en modo admisible desde el punto de vista del consumidor. Si  uno se encuentra entre  los afectados debe asesorarse sobre las posibilidades legales para reclamar.